Tú,
que me dabas calor
en mis noches
de desaliento,
tú,
que con tu amor
quisiste
paliar sin poder
mi tormento,
tú,
sólo tú,
que te diste a mí
sin importarte
aquello que yo
antes fuí.
Tú,
ahora tú,
te quedas dolida...
No he sido
justo contigo,
tú,
que a mí
si me has querido.
(a M.M.A.)
A vosotras,
que vuestro hogar
me abrísteis...
que aquel día
para mí
un pastel tuvísteis,
siento a ambas
haberos fallado,
a ti haberte dañado
y a ella también
haber decepcionado.
(a M. y Y.)
J.Cristóbal Pintor.
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