CAMBIOS
Vivimos atrapados en un mundo que nos aplasta, que nos agota física y mentalmente, sumidos en su espiral, arrastrados por una corriente que nos genera angustia. Hay una cosa que, al menos, tenemos clara: debemos cambiar para mejorar Pensamos cómo podríamos salir de él, dar un giro a ese paso cansino en el que se ha convertido nuestra vida. Calibramos y sopesamos distintas opciones, unas más factibles, otras quizás irrealizables, aquí, allá... sólos o con alguien más.
La cabeza no para de dar vueltas, ideas y más ideas se agolpan en ella... debe haber alguna forma que nos haga salir del hastío, que nos empuje hacia una vida diferente. Recobramos la ilusión pérdida cuando nos enteramos de alguna buena opción. Rápido la compartimos con quién más nos importa, y ambos empezamos a soñar despiertos hablando de todo aquello que haremos en nuestra nueva vida...
Sin embargo, siempre surge algún contratiempo, siempre hay algún detalle que nos obliga a cambiar de opinión. Cuando analizamos todos los pormenores del asunto, aquella idea ya no es tan buena como parecía, o si es buena, algo nos impide llevarla a cabo, o son demasiados los impedimentos para lograrla.
Y no es que seamos cobardes, o pobres de espíritu y arrojemos la toalla con facilidad. No es que nuestro ímpetu se vaya acabar aquí por muchas dificultades que nos encontremos.
Al menos yo, no. Yo no me pienso rendir. Yo pienso seguir luchando para encontrar la manera de tener una vida mejor.
La cabeza no para de dar vueltas, ideas y más ideas se agolpan en ella... debe haber alguna forma que nos haga salir del hastío, que nos empuje hacia una vida diferente. Recobramos la ilusión pérdida cuando nos enteramos de alguna buena opción. Rápido la compartimos con quién más nos importa, y ambos empezamos a soñar despiertos hablando de todo aquello que haremos en nuestra nueva vida...
Sin embargo, siempre surge algún contratiempo, siempre hay algún detalle que nos obliga a cambiar de opinión. Cuando analizamos todos los pormenores del asunto, aquella idea ya no es tan buena como parecía, o si es buena, algo nos impide llevarla a cabo, o son demasiados los impedimentos para lograrla.
Y no es que seamos cobardes, o pobres de espíritu y arrojemos la toalla con facilidad. No es que nuestro ímpetu se vaya acabar aquí por muchas dificultades que nos encontremos.
Al menos yo, no. Yo no me pienso rendir. Yo pienso seguir luchando para encontrar la manera de tener una vida mejor.
J Cristóbal Pintor
Pintando Poemas
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